Al sur del Delta del Ebro se encuentra Peñíscola, considerado uno de los pueblos más bellos de toda España. Así que, no nos extraña que te hayas decidido por este espectacular destino para tus vacaciones. Ahora, es el momento de que descubras cuáles son las mejores calas en Peñíscola para darte un merecido chapuzón.

Cala del Moro de Peñíscola

Naturaleza es lo único que encontrarás en este pequeño rincón de la Costa Azahar. Aunque no te preocupes, ya que es de muy fácil acceso y está cerca de la carretera. Por lo tanto, no tendrás ningún problema en llegar hasta ella.

Cuenta con varias bahías que se caracterizan por el tono verdoso de sus aguas que contrasta con la arena negra y los guijarros de la superficie. Te recomendamos usar cangrejeras o algún calzado especial para evitar molestias en los pies. Uno de sus puntos más favorables es que, incluso en temporada alta, no está muy concurrida. Eso sí, deberás madrugar para coger sitio en este bello lugar, ¡solo tiene capacidad para 15 personas!

Además de refrescarte en el agua y tomar el sol, en Cala del Moro en Peñíscola puedes practicar esnórquel o embelesarte con las vistas al castillo y al casco histórico de la ciudad.

Cala Puerto Negro

Si buscas calas de Peñíscola donde practicar nudismo, esta puede ser una buena opción para ti. Debido a lo solitaria que es Puerto Negro, muchos son los visitantes que se animan a llevar a cabo esta práctica. Otro punto favorable de su ubicación es que se encuentra a tan solo 15 minutos de nuestros apartamentos.

Esta cala, con sus 150 metros de largo, es un entorno minúsculo, pero que te impactará. Su belleza natural está presidida por aguas azules y claras, guijarros grises, rocas y exhuberante vegetación.

Si te animas a visitar este paraje para nadar o realizar actividades acuáticas, ten en cuenta que la entrada al agua es algo pronunciada y el fondo es rocoso.

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Cala Puerto Azul de Peñíscola

Con 320 metros cuadrados, la Cala Puerto Azul de Peñíscola es otra fantástica alternativa para vivir un verano lleno de relax y exclusividad. Se encuentra muy cerca de Cala del Moro, por lo que puedes ir alternando entre ellas durante tu estancia en esta localidad castellonense.

Esta pequeña playa carece de arena y está formada completamente de guijarros (piedras planas de pequeño tamaño), por lo que no te olvides de meter las cangrejeras en tu maleta. ¡Tus pies te lo agradecerán!

Recibe el sol durante casi todo el día, así que es un estupendo sitio donde mejorar tu bronceado y pasar un agradable rato disfrutando del ambiente veraniego y del mar Mediterráneo.

Por último, cabe destacar que en esta cala los perros son bienvenidos, un detalle fenomenal si estás planeando llevarte a tu mejor amigo de viaje contigo. Seguro que le encantará refrescarte en este lugar.

Cala l’Arjub

Aguas de color azul-verdoso, arena, rocas y vegetación conforman este entorno natural. Sin duda, una maravilla para la vista y el resto de los sentidos. Se encuentra enmarcada por la Sierra de Irta, lo que dota de más espectacularidad aún a esta cala y la convierte en una de las más hermosas.

Para llegar hasta aquí, solo hay dos métodos: a pie o en bicicleta. Así que, como puedes imaginar, se trata de una zona bastante tranquila y solitaria, perfecta para disfrutar de la paz y el sosiego que tanto necesitas después de la rutina. Un buen plan que te recomendamos durante tu estancia en Peñíscola es realizar alguna ruta por la zona de la sierra y parar en esta cala a descansar y disfrutar del sol y el mar. Suena bien, ¿verdad?

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Cala Argilaga

Terminamos la lista con Cala Argilaga, la más alejada del centro de Peñíscola. De hecho, se encuentra muy cerca de Alcosebre, la localidad vecina, pero vale totalmente la pena venir a visitarla.

Aquí podrás sacar tu lado más aventurero. Este paisaje natural cuenta con diversas cuevas con las que te convertirás en todo un explorador. Aunque, si lo tuyo no es hacer de Indiana Jones, puedes, simplemente, usarlas para resguardarte del sol de una manera muy práctica.

Además de cuevas y formaciones rocosas, consta de aguas cristalinas, arena clara y, como en el resto de las calas que hemos mencionado, hay presencia de guijarros. ¿Te hemos dicho ya que lleves cangrejeras?

Esta cala abarca una superficie de 480 metros cuadrados, muy tranquila y con poca ocupación. No tendrás problema en acceder a ella, pues está cerca de la carretera y dispone de zona de aparcamiento. ¡Todo comodidades!

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Las calas de Peñíscola son una auténtica maravilla. Si estás deseando poner un pie en ellas, te invitamos a descubrir nuestras propuestas de alojamiento. En Orangecosta te ofrecemos la oportunidad de pasar el verano de tu vida en nuestros apartamentos vacacionales. ¡Haz ya tu reserva!